viernes, 29 de junio de 2012

"¿Un amor imposible? Capitulo 22





-Justin, ¿podrías decirme quien es Ryan?

-no – dijo seco, y miró por la ventanilla del avión mientras despegaba. Les esperaban largas horas de vuelo. - ¿Por qué tanto interés?

-porque desde que desperté que no has dejado de maldecir entre dientes, y según entiendo esto tiene que ver con “Ryan” – hizo comillas con los dedos, sacándole una corta sonrisa a Justin. 

-es… como el hermano que nunca tuve. Confío en él, me mantiene informado sobre Jeremy. Cada movimiento que Jeremy hace, me lo informa él. - ____ movió la cabeza en señal de que entiende. 

-¿y por qué estas molesto con él? 

-no estoy de humor para responder preguntas – dijo tratando de ser lo más amable posible. ____ no le dio más vueltas al caso, e intentó dormir para tratar de matar el tiempo. No lo logró, no podía dormir, eso era algo raro en ella. Recorrió con la mirada el pasillo, y algunas personas. Nada fuera de lo común ni lo ordinario. 

-¿en qué piensas? – se atrevió a preguntarle Justin, después de una hora de vuelo. No respondió, solo le dedicó otra mala mirada a la azafata. Cada vez que pasaba por el pasillo, mostraba un poco más su pechonalidad con un botón más abajo, mirando con una mirada provocadora a Justin. ¿Quién más? no había mucha gente joven. Unos 20 años, morena, delgada pero con muchas curvas peligrosas, y una sonrisa triunfadora. 

-perra – murmuró ____, observándola con los ojos entrecerrados. Justin rió, sabía perfectamente en que estaba pensando ___, y también las intenciones de la chica.

-¿no me digas que ahora te dieron los ataques de celos? – sonrió coqueto.

-¿ataques de celos? – se burló.

-te mueres por mí, no lo niegues hermosa – sonrió triunfante, __ bufó. Se llama ego masculino, todos los hombres son iguales. Solo hay que sonreírles una vez, y ya juran que se mueres por ellos. No siempre tiene que ser así, no siempre hay un final feliz, y quizás esta no sea una historia de amor precisamente, o al menos una típica. Si era verdad, lo que ____ sentía por Justin no era algo más allá del cariño, o algo parecido. Con Justin era algo casi igual, o más bien dicho una enfermedad, una obsesión, un juego enfermizo, simplemente un capricho. Más de alguna vez lo confundió con amor, pero no, no era así. El amor es algo muy fuerte que aún no sentía. O tal vez si, y todo el tiempo ha estado escondido. 

-¿se lo dices a la azafata? – estaba tan concentrada en sus pensamientos que no pudo encontrar una respuesta inteligente. De un momento a otro se sentía tan estúpida, tan ridícula, que no pudo evitar sonrojarse. Su color la delataba, Justin se limito a sonreír lado. 

-te estás sonrojado, ¿lo sabías? – no obtuvo respuesta. No quería mantener otra conversación sin sentido con él, y a pesar de ser una pésima actriz intentó parecer quedarse dormida. Por un lado, en sus pasamientos tenía sus ventajas ir a Atlanta. Solo dos horas de vuelo para New York. Perfecta oportunidad para regresar a casa, con la aburrida rutina, con su espacio, y soledad. Le gustaba la compañía, podría ser que no específicamente la de Justin, pero bueno. Eso si algo se lo impedía, y eso no lo negaba. Un lazo, una fuerza superior o un presentimiento, algo que le impedía alejarse de él, aunque sabía la verdad. Un día se abriría de ella, y la dejaría, le pediría que se esfumara de su vida. No esperaría a ese día, no esperaría esa humillación o dolor. Prefería alejarse lo más pronto posible, así no… encariñarse. No, tal vez solo sería rutina, algo que extrañaría, o volver a estar sola. Se sentía sola, abandonada, ¿Cómo son las cosas de la vida, no? todo un mundo maravilloso se puede derribar en segundos. Por eso, sería lo mejor alejarse, antes de crear ese “mundo”.

Al perecer Justin también estaba sumergido en sus pensamientos, ya que tampoco había dicho palabra alguna. Se notaba el cambio de ambiente, en Canadá estaba lluvioso, apagado, pero aquí, en Atlanta, había un sol radiante, un clima agradable, era notoria la presencia de que se acercaba la primavera. ___ sonrió a su alrededor mientras Justin y el taxista bajaban las maletas del taxi. Un buen vecindario, con un hermoso parque a menos de una cuadra, y varios edificios con apartamentos. Perfecto, ya que en la otra casa tenían demasiado espacio de sobra. Dos baños uno en el pasillo y el otro en la habitación principal, cocina, dos habitaciones y una sala de estar medianamente grande. 

-____, _____ - esa voz la sacó de sus pensamientos. – siento que desde hace rato que estas en un trance. Enserio, estas en otro mundo – hizo una mueca. ___ sonrió estúpidamente. Si, realmente estaba en otro mundo, en su mundo. 

-lo siento, ¿Qué decías? 

-tengo hambre – se apoyo en el barandal de la terraza, dirigiendo su vista a la ciudad. Igual como ___ estaba hace unos segundos. 

-¿y? –Justin le respondió con una mirada de perrito faldero. Bufó, y dirigió su mirada a otra parte, dándole la espalda. Supuso que Justin insistiría, o se acercaría a ella, pero todo lo contrario. Escuchó sus pasos alejarse.



No hay comentarios:

Publicar un comentario