viernes, 20 de julio de 2012

“¿Un amor imposible?” Epilogo.



(Leyeron el capitulo 29, ¿no? Si no es así, léanlo antes de esto.)

El tiempo pasaba rápido, y la vida de ambos cambió cuando nació su primer hijo. Si, una gran responsabilidad, con la que lograron afrontar todos los problemas juntos. Jake, lo llamaron. A pesar de todo, seguía únicos y felices, juntos, porque ya nada más en adelante los separaría. 

Se podría decir que ambos llevaban una vida “normal”, que el pasado ya estaba olvidado, este era un nuevo comienzo, aunque no siempre el pasado se puede enterrar, pero al menos dejaron atrás a toda la gente que perteneció a ese pasado, que los perjudicaba. Ahora solo quedaban recuerdos, y un futuro en el que no existe su pasado. 

Ambos eran una pareja única, inseparables, unidos por el amor que ambos sentían. Como siempre hubo en esta historia, había discusiones y diferencias, pero que no duraban mucho, ya que el amor era mucho más fuerte. El sentimiento era único, que ambos sentían en lo más profundo de su ser, hasta en la última gota de su sangre. 

Tal vez algún día esta historia sería linda de recordar, como para contársela a sus hijos o nietos, pero por ahora solo se preocupaban por el presente, no trataban de mirar el futuro, solo disfrutaban de su felicidad. 

Cada cierto tiempo, recibían una visita de parte del padre de ___, para visitar a su nieto. Era extraño, pero un día llegaron al acuerdo de que él podía visitarlo, con la condición de nunca hacerles nada, y hasta ahora cumplía con sui promesa. Por alguna razón, Jake mostraba cierta admiración y cariño hacía su abuelo, y solo por eso lo dejaban que se viera. Si llevarían una vida normal, deberían dejar que lo viera. Fue un día extraño e inesperado en el que él llegó pidiendo que lo dejaran ver a su nieto, pero su relación seguía igual. Con Justin y ___, eran solo miradas vacías hacía el, o también de asombro al ver a un hombre totalmente diferente conviviendo con su nieto. 

El pequeño que ya tiene 5 años de vida, es una copia casi idéntica de Justin, con sus hermoso ojos miel, esa mirada perdida, y no son de ignorar todos los encantos que heredó de su padre. Todo un pequeño encantador, que por más travieso que sea, ___ no se puede molestar con él. Eso solo era en contra a ella, y no solo con el resultaba, sino con Justin. 

Ryan, de él se podía decir que era un muy buen amigo de la familia, aunque siempre ___ lo consideró muy extraño en muchos sentidos, era un hombre agradable, que también se llevaba muy bien con Jake. Pero viajaba constantemente, así que tampoco los visitaba a diario, si, esa era un de las razones por las que __ lo consideraba extraño, además por las miradas vacías o desafiantes que a veces puede tener, pero según Justin, siempre fue así. 

Volviendo con ____, y Justin, el hecho de ser padres, no les quitaba la “chispa” que siempre tuvieron, esa locura de jóvenes, aún seguía viva en ellos. Ante los ojos de las otras personas, ellos eran solo otra pareja normal de enamorados, con cierto toque de misterio, eso debido a muchas razones. Pero nadie, solo pocas personas tienen el honor de conocer su historia, llena de cosas inesperadas e impulsos. ¿Pero eso que importa? porque como mas de laguna ves lo han dicho, solo viven su presente, solo disfrutan de su Amor que se demuestran a diario. 


Y ya se acabó :l Espero que le haya gustado. Espero ver comentarios, así empezar con "Solo Contigo", claro, solo si ustedes quieren. 

Un beso, Gracias por leer, Las amo♥ 

“¿Un amor imposible?” Capitulo 29. Final.













5 meses eternos habían pasado, y la vida de ___ seguía igual. Lo único que cambiaba era su panza, que cada vez crecía más. Pero el resto era ya una tormentosa rutina. Solía llorar por las noches, rezando y tratando de buscar un poco más de espereza, con respecto a Justin. En todo este tiempo, sin saber nada de él, y ya casi no creía en su promesa. Nunca creyó que alguien le fuera a hacer tanta falta, necesidad, él era la fuente de su felicidad y alegría, la única persona en el mundo que logró enamorarla. Si aún seguía en pie, era por esa criatura que estaba dentro de su cuerpo, si comía o se levantaba de esa cama cada mañana, era por él, solo por él. Tantas noches que soñó con volver a verlo, con de nuevo sentir sus brazos, sus labios, o algún otro “Te amo”, que ya ni ella creía en eso. 

En cuanto a su embarazo, todo estaba bien, en orden, solo que se sentía sola y deprimida, aún mas en esa enorme casa. Una de las últimas ordenes que le dio Justin ese día, era que volviera a Canadá, que en su casa estaría a salvo, y que ahí sería donde volvería con ella, aunque al parecer esa última parte no la cumplió.

Al menos ahí todo era tranquilo, podía estar sola y reflexionar, solo que él seguía faltando, faltaba su compañía. 

____ observó por la ventana que daba a la entrada, para comprobar que lo que había escuchado no era parte de su imaginación. Por solo un segundo, tuvo la esperanza de que fuera Justin, pero al ver a ese rubio serio de ojos azules parado en la puerta, perdió nuevamente las esperanzas y el ánimo. No se veía como alguien malo que le hiciera daño. Observó de reojo su auto estacionado afuera del portón, y se decidió a ir a abrirle. Estaba por llover, y aunque no lo conocía, igual de todas formas bajó a abrirle. 

-¿Qué necesitas? – dijo indiferente, e hizo una mueca al sentir la ola de frío pasar por su cuerpo al abrir la puerta. 

-¿tu eres… ___? – dijo el hombre de unos 24 o 23 años. Alto, pero no tanto. Igual se veía muy serio. 

-si… - dijo algo dudosa, y haciéndose miles de suposiciones con respecto a este hombre. - ¿Quién eres? 

-yo soy… Ryan Butler. – dijo en el mismo tono que antes, serio. Ese nombre… lo había escuchado antes, con Justin. Si, lagrimas querían volver a salir de sus ojos, Justin, él algo tenía que ver con Justin, ¿y si le tenía noticias de él? malas, según el rostro de este hombre. 

-¿y en que puedo ayudarte? - ____ trataba de sonar lo más cortés posible, sin derrumbarse nuevamente en el piso a llorar. 

-esto… - hizo una pausa, sacando de su chaqueta un pape doblado. – Es para ti – se lo extendió a ___. Ella insegura lo tomó en sus manos, tratando de que estas no temblaran. Bajó la mirada, y observó que esta era una carta, que en su exterior decía “____” con una letra que fácilmente distinguiría, Justin. Una lagrima de felicidad y tristeza salió de sus ojos de improviso, pero la sacó enseguida. Volvió a subir la mirada, y se dio cuenta que este extraño hombre ya se alejaba. 

-¡Espera! – Lo llamó ____, pero este siguió su camino - ¿Dónde está… Justin? – dijo un tonó más bajo, mas como para ella misma, pero él tampoco logró escuchar. Vio como se acercaba a su auto, así que ___ volvió a la casa. 

Sentía que ya habían pasado horas sentada en ese mueble viendo esa carta, con la misma pregunta en su cabeza “¿La abro o no la abro?”, mientras miles de lagrimas la acompañaban. Si la abría, y eran malas noticias, eso realmente la destruiría, pero si era algo bueno… la verdad lo dudaba, ya que ha pasado demasiado tiempo. Seguro era como su despedida, era su “Adiós”, o algo en que le dice que morirá, y no volverá nunca. La curiosidad la mataba, y lo averiguaría, pero ___ que calmarse, tenía que matar esos nervios y sentimientos. 

Hacía frío, y ya otra tormenta había comenzado, seguro duraría días. Subió a la segunda planta, y dejó la carta sobre la cama, para entrar al baño y darse un relajante baño, aunque tampoco eso la tranquilizaba, y eso no le hacía bien. Pasó lentamente sus manos por su vientre que no era tan grande, en el que llevaba a su hijo. Lo único bueno que ahora le pasaba. No se podía imaginar criándolo sola, ni tampoco imaginárselo a él preguntándose por su papá.

Aunque de alguna forma u otra ya tenía que pensar en su futuro, en el de ambos, con o sin Justin. Si él le escribió esa carta, debe ser importante, algo que él necesita que sepa ____. Buenas o malas noticias. ¿Y si esa carta no era de Justin, era de alguien más? ¿O de alguien que se está haciendo pasar por Justin? no, a quien quería engañar. Pero algo que la dejaba pensativa, era el hombre, si, ¿ahora de que escapa Justin? que pasó, después de que ___ se fue, ¿logró escapar? si, confiaba en él, confiaba, porque ella sabía que él era muy fuerte y habilidoso, no sería tan difícil. Pero más de alguna vez se le cruzó por la cabeza que esa solo era una escusa para que ella se alejara con su hijo, así dejarle el camino de una vida plena y sin problemas. No, Justin no sería capaz, ¿o sí? bueno, eso causaba la soledad, que pensara demasiado. 

Se vistió cómoda, y la lluvia ya no estaba tan fuerte, al parecer. Decidida a leerla, la tomó con las manos temblorosas, y tomó una zancada de aire. 

“____, solo quiero que sepas que lo siento. Ya ha pasado mucho tiempo, y lamento no poder estar ahí contigo, las cosas han sido muy difíciles en este tiempo, y por eso es que te escribo. Ni yo sé cómo ni cuándo te volveré a ver, puerto te extraño, y si no estoy contigo, es porque no quiero causarte daño. Me haces falta, pero yo se que tu eres muy fuerte, y saldrás adelante, como ya muchas veces lo has hecho, con esto si podrás. Te prometo que siempre estaré a tu lado, contigo, lo prometo. Estaré junto a ti, no físicamente, pero si estaré contigo y con nuestro hijo. Es tan difícil describir todo lo que siento, todo lo que pasa, en solo una hoja de papel, es difícil de explicar y comprender. Tienes todo el derecho de odiarme, lo comprendo, pero las cosas cambiarán cuando menos te lo esperes. No llores por este idiota. 

Te Amo, Justin.”


____ leía y leía la carta una y otra vez, tratando de convencerse a sí misma de que no era verdad. Las lágrimas no cesaban de sus ojos, era ya mucho el dolor en ella que causaba, solo por no estar ahí. Sabía que no debía leerla, solo mas tristeza le causaba, el no volvería, era… su despedida, su corta despedida que terminó con un “Te amo”.



-En la carta claramente decía que no llores por mí – dijo una voz a sus espaldas, causándole el susto más grande de su vida, pero también la alegría mas grande. 

Solo corrió a sus brazos, así nunca más dejarlo ir, no permitir que nada ni nadie los vuelva a separar. Ambos sellaron su amor, y la felicidad más grande con un beso junto con un “Te amo”. Porque, El Amor Imposible… No existe. 

Fin♥

Odié el final .-. Pero bueno, les subí el Epilogo ↑ 

lunes, 16 de julio de 2012

“¿Un amor imposible?” Capitulo 28






Gracias a los fuertes rayos de sol, ___abrió los ojos, pesadamente. Los sentía pesados, y se sentía toda sudada asquerosa. Los ojos los tenía hinchados y rojos después de tanto llorar, pero no era para menos, ¿o sí? bueno, pudo haber sido peor, pero la respuesta de Justin fue vacía, solo se recostó junto a ella, acariciándole la espalda hasta que se dio por vencida y calló en profundo sueño. Justin no dijo nada al respecto, nada, ni si quiera una palabra ni un sonido, solo mantuvo su mirada vacía, ni de felicidad ni tristeza ni nada, nada que le dijera algo a ___. 

Probablemente era tarde, y debe haber dormido mucho, después de esa mala noche. No soñó nada, aunque igual el presentimiento malo la consumía por dentro. Cierta parte de ella seguía con mucho sueño, así que solo se levantó de la cama, y se dirigió al baño para lavarse la cara. Cuando volvió a la habitación, se dio cuenta de algo, algo importante. Justin no estaba. 

Las lagrimas volvieron, llenas de dolor y soledad vacía que sentía por dentro, al darse cuenta de que el padre de su bebe ya no estaba, desapareció de la nada, tal como se lo imaginaba antes de contarle la verdad. Razones tenía muchas, pero era increíble el fuerte sentimiento que tenía, no podía sacarlo de su corazón, ni adaptarse bien a la idea de que el ya no estaba con ella, que la dejó por una estúpidas que debió guardar en secreto, se decía una y otra vez. 



-¿Por qué lloras preciosa? – dijo Justin entrando a la habitación, que hace segundos tenía una hermosa y brillante sonrisa a su disposición, pero que se borró al instante al volver a ___ sufrir, con esas malditas lagrimas que le nublaban la vista. ___ sorprendida alzó la mirada, dándose cuenta de que solo estaba dramatizando las cosas, que él seguía ahí, sonriente con una bandeja llena de comida. 

-creí que… - no pudo articular una palabra más, solo se lanzó a los brazos de Justin, comprobando que esto no era una alucinación en un sueño, era lo suficientemente real como para no serlo. 

-¿quieres hablar? – murmuró, y __ respondió con un apeas audible “si”. Ambos se sentaron en la cama, mirándose frente a frente. 

-____ - comenzó a decir Justin – no quiero que llores, no quiero que estés triste, no me gusta verte llorar, menos por esto. Si, debo admitir que me tomó por sorpresa, pero solo te digo que no te dejaré sola. Lo prometo, y yo no lo veo como algo malo. – Medio sonrió – y anoche lo reflexioné mucho, por eso es que no reaccioné, y te pido disculpas si te hice sentir… mal. Soy un tonto, y no todos los días me dicen que seré… seremos… - no continuó hablando. Aunque aún le costaba admitirlo, miles de sensaciones bonitas despertaron el él. 

-creí que tu… - dijo pasando sus manos por sus mejillas, sacando el exceso de lagrimas. 

-nunca ___, nunca te dejaré sola – sonrió y a lo que ___ creyó que iba a ser un abrazo, él la besó. La besó con todos los sentimientos maravillosos del mundo, saciando todo lo que siente en su corazón. 

-perdóname –____ murmuró en su oído.

-no seas tonta, ¿Cómo me pides perdón? – Justin sonó muy serio. ___ medio sonrió. 

Esas sonrisas estúpidas, no duraron mucho, solo horas, porque luego todo se volvió negro. El mundo de ambos se destruyó, no tenían escapatoria, ahora sí que ya no escapaban. De la mejor felicidad del mundo, pasaron a la peor, no creyeron que este momento llegaría, que solo Jeremy sería el que se les enfrentaría, pero no. todo se volvió negro para ambos. 

*** 
___ se sentía aún más mareada, cuando abrió los ojos. Alguna vez estuvo en esa misma habitación, lo recordaba, ¿pero dónde? mas bien, era una oficina. Grande y espaciosa, con no mucha luz, muebles caros, un gran escritorio de una hermosa madera, y se sentía la presencia del humo de tabaco en el aire. Ahí se encontraba ella, confundida, recostada en un gran sofá negro que estaba casi en el centro de la oficina. ¿Cómo llegó ahí? era lo que no dejaba de preguntarse. ¿Otra vez se desmalló? tenía que averiguarlo, y salir de ahí, algo le decía que no pasaría nada bueno. Su último recuerdo era haber estado… no, no recordaba nada, y eso no la ayudaba a saber cómo y porque estaba ahí. 

Se sentó en el mueble, como pudo, ya que sentía un terrible dolor de espalda. Dejó que sus pies tocaran el frío piso de madera encerada, ¿Por qué estaba descalza? solo mas preguntas se hacía, pero algunas de ellas fueron contestadas cuando de pronto la gran silla giratoria que estaba destres del escritorio, dejó ver a quien estaba en ella. Sintió una corriente de aire pasar por su cuerpo, con la necesidad de salir de ahí, pero sus pies no respondían. El miedo y la mirada penetrante de ese hombre, le causaba escalofríos, y hacía que se le olvidaran por completo todos sus malestares. Sentía que con tan solo esa mirada, la estuviera golpeando. Como dicen, las miradas valen más que mil palabras.

-¿Qué hiciste? – pudo murmurar __, con temor que le haya hecho daño a ella, o a... Justin. Justin, maldita sea, lo había olvidado, ¿Dónde estaba? con solo recordarlo en ese momento su corazón se aceleró, el era capaz de todo, ¿no? y eso era malo. Él hombre de negro se levantó de la enorme silla, y empezó a acercarse lenta pero cuidadosamente a su hija. La miraba con decepción y rencor. Solo él, un hombre como él le podían tener rencor a su propia hija. No planeaba matarla, pero si pagar las consecuencias y cumplir con lo prometido. 

-¿Qué hago aquí? – una lagrima se deslizo por su mejilla, que casi al instante sacó. Intentaba controlar sus piernas, pero no podía, le temblaban. 

Si tan solo ella pudiera leer su mente, así sabría lo que planea, sus movimientos, y la forma de evitarlo, como lo hizo durante tanto tiempo, pero ahora falló, porque no contaba con que él los vigilara hace ya un tiempo. ¿Cómo no lo vino venir antes? era obvio que él la encontraría, que no escaparía tan fácil, y que esa extraña relación que mantenía con Justin, él no tardaría en enterarse. Esa era su razón, al sentirse tan traicionado, e igual impresionado, al saber de la muerte de su “enemigo”. Pero lo que más le impresionaba de lo último, es que fue Justin, no ____, quien se suponía que debía hacerlo. 


Él, le extendió su mano a su hija, entregándole… un arma. ¿Qué planeaba que hiciera ella ahora? matar a alguien, de seguro. ¿Por qué no él se ensuciaba las manos de una vez por todas y él lo hacía? esa era su venganza, que ____ matara a Justin. 

-¿Qué… para qué es esto? – musitó. Sentía un ardor en su garganta, que no le permitía casi hablar. Cada palabra que articulara, era un fuerte ardor. ¿Cuánto tiempo estuvo inconsciente? se sentía algo débil.

-¿no te preguntarás donde está tu “noviecito”?- hizo comillas en el aire. Esta vez él habló, y las palabras que dijo, solo asustaron más a ____. Ojalá pudiera contener las lagrimas, ojalá. 

-¿Qué le hiciste? – su voz cada vez se quebraba mas. Si Justin moría, ___ no lo soportaría, no viviría sin él. 

-escúchame con atención – le dijo fríamente, mirándola a los ojos. – hace tiempo, yo hablé contigo, ¿lo recuerdas? en ese tiempo entonces, yo confiaba en ti. Luego tú me traicionaste, te fuiste con él, no fuiste capaz de matarlo, fuiste una cobarde. – recalcó la última palabra. Aclaró su voz, y continuó. – lo único bueno que hiciste, fue hacer que él matara a Jeremy, lo único. – Volvió a extenderle el arma – ahora cumple con la parte del trato. 

Él… le estaba pidiendo que lo matara. Que amara a Justin. No era capaz. ¿Cómo iba a hacerlo? nunca, ¿Cómo matar a alguien que amas? si, lo amaba, y no iba a matarlo. ¿Cómo mataría al padre de su hijo? ¿Al amor de su vida? las órdenes eras fuertes y claras, pero no podía cumplirlas, nunca. Si no pudo antes, ahora menos, que encontró al verdadero Justin, del cual ama, está enamorada. ¿Por qué la vida era tan injusta con ella? miles de emociones la acompañaban, junto con lagrimas, que lo manifestaban. Estaba inmóvil, y callada. 

Después de minutos de silencio, de lágrimas que expresaban su dolor, tomo decidida el arma entre sus manos, y siguió las indicaciones de su “padre”. Salió lentamente de la habitación, tratando de no perderse entre tantos pasillos y puertas. Siguió hasta el fondo, solo escuchando sus pasos haciendo crujir el suelo de madera, y su corazón latía con fuerza. Era extraño que solo estuviera ella, aunque era más que obvio que todo el lugar estaba más que vigilado, y lleno con muchos guardaespaldas en caso de improvisos. Al fin, después de ese pasillo casi eterno, llegó a una vieja puerta, con la pintura blanca algo dañada. Tuvo que hacer algo de fuerza, hasta que está cesó y se abrió. Unos pasos más, y empezó a subir una corta, pero estrecha escalera. Otra puerta más, en la que según su padre, estaría Justin. La ventaja era que nadie estaría para presenciar, lo que estaba a punto de hacer. Esta puerta, fue más fácil de abrir, pero se escucho un fuerte chillido cuando se abrió. Ahí lo pudo divisar, sentado y amarrado por todas partes en una silla. Esto parecía un secuestro, pero era algo peor. 

Caminó lentamente pero segura de lo que haría hacia él. Se acachó un poco, y lo abrazó con todas sus fuerzas. Justin le decía cosas, que en ese momento ___ no le prestaba atención. Murmuró ahogado un “Lo siento” en su oído, que le costó sacar de su garganta. ¿Qué decirle? ya no tenía que hablar, no sabía que decirle. Después de meditar, e ignorar todas las cosas que decía Justin - que en ese momento no podía entender – y se llevó sus manos a la espalda de Justin, sin dejar de abrazarlo. Maldijo al darse cuenta que las cuerdas realmente estaban bien atadas, y no serían fáciles de quitar sin la ayuda de algo con que cortarlas. Justin solo le decía que no lo hiciera, que escapara, y lo dejara ahí, pero _____ seguía ignorándolo. 

Buscó con la mirada en esas cuatro paredes, tratando de conseguir algo que sirviera. Al final, optó por un pedazo de vidrio roto, que serviría para algo. No le importaban las pequeñas heridas que este le hacían a sus manos mientras trataba de cortar las cuerdas, solo quería que ambos salieran de ahí. Unos segundos más, y Justin ya estaba libre. 

-estás loca – le dijo Justin, mientras ella se escondía en su pecho, ahogando las lagrimas. No podía hacerlo, aunque quisiera. Solo quería un final feliz para ambos. 

-vamos, salgamos de aquí – le dijo ___, son esperanza, pero él no se movió ni un centímetro. ___ insistía, pero Justin no permitiría que le hicieran daño 
.
-¿que pasa? – le dijo ___, inocente, como siempre. Justin tomó su hermoso rostro entre sus manos, observando bien sus ojos, memorizándolos, como para nunca olvidarlos, para que en su memoria siempre estuviera la imagen perfecta de ____. 

-escucha preciosa – Justin tragó saliva en seco, tratando de que las lagrimas no salieran – yo me tengo que quedar aquí, seguro te has fijado de que fuera de esta habitación, todo está vigilado. No me arriesgaré a que algo te pase, que te hagan algo, así que no me moveré de aquí - ___ iba a hablar, pero Justin la interrumpió – no me convencerás con nada, así que por favor corre, corre, escapa de aquí y sálvate. Por favor, nunca me lo perdonaría si te pasa algo. – Hizo una pausa, para quitar una de las lagrimas que se deslizaba por la mejilla de ___ - hazme caso. 

-¿pero volveré a verte? – típica frase de película romántica. ___ no sabía cómo reaccionar ante esto. Justin no respondió, porque no le mentiría, ni él lo sabía. – Responde – murmuró.

-no… lo sé – esta vez una lagrima se deslizó por la mejilla de Justin, se le rompía el corazón verla así, ver a su chica así, y más aún porque tal vez no salga de esto. Como impulso, la besó. Un beso tierno, uniendo sus labios en un beso eterno, lleno de amor, amor que ambos sentían hasta en la última gota de su sangre, en todo y lo más profundo de su ser. 

-prométeme que volverlas, que volveremos a estar juntos – Justin mantuvo silencio. Es fácil prometer, pero a veces no cumplir. Es tan fácil soñar… 

-te… - hijo una pausa – lo prometo – medio sonrió 

-Te Amo – esas palabras salieron por si solas de su boca, sin importarle que es lo que diría Justin, o que él no sintiera lo mismo que ella, pero que más da, ese sentimiento ya no lo podía ocultar mas. 

-Yo también Te Amo, ___. 




El siguiente capitulo es el FINAL, claro, hay epilogo, pero no segunda temporada ni nada.
Comenta!

“¿Un amor imposible?” Capitulo 27.










-enserio no te ves nada bien – volvió a repetir Justin, insistía bastante con el tema, pero ___ ya lo ignoraba. A decir verdad se sentía mejor, mucho mejor. 

-lo que a todas las mujeres les encanta escuchar – bufó, pero esta vez Justin no rió. 

-admite que esta no es la primera vez que te sientes así en esta semana – dijo desviando su mirada, mirando a cualquier lugar excepto la mirada de ___, que ahora era probable que no tuviera la mejor expresión. 

-Justin - lo llamó para que parara de caminar. Sin darse cuenta, ___ había parado el paso cuando dijo eso, y él había seguido caminando. 

-lo siento, ¿ahora que dije? – se acercó a ella, y justo en ese momento el cielo volvió a retomar ese color gris y apagado. Las nubes tapaban el sol, y amenazaban con que cayeran gotas de lluvia. 

-va a llover, vámonos – dijo fría. 

Justin negó con la cabeza, y se apresuró a alcanzar su paso apresurado. Estaba molesta, ¿pero ahora por qué? si claro, ahora ___ decía que él era bipolar. Aunque últimamente eso no se daba en Justin, un gran logro, mantenerse agradable y cariñoso, sin esos cambios repentinos de humor. 

Justin puso su mano en la puerta de acero del ascensor, deteniendo que las puertas de este se cerraran. Entró, y vio a ___ con la mirada fría. Solo ellos dos, en ese ascensor. 

-¿Por qué tanta intensidad en el aire preciosa? – dijo Justin, pero esta vez no logró sacarle una sonrisa. – ya, ¿Por qué te molestas conmigo? – dijo enseñándole una tierna sonrisa, apegando sus cuerpos. Posó sus manos en la cintura de ella, y le dio un beso en la mejilla. 

-solo no me gusta que sigas con el tema, si te digo que me siento bien, es porque me siento bien – trató de forzar una sonrisa sincera. 

-que orgullosa – dijo en tono burlón. Antes de que ___ le pudiera decir o hacer algo, el junto sus labios en un tierno beso. 

-ven, vamos no soporto estos lugares – dijo Justin, rápidamente saliendo del asesor apenas las puertas se abrieron. 

-¿Por qué? – preguntó ___, cuando ambos entraron en el apartamento. 

-¿Por qué, qué? – dijo dándole dos palmadas al sofá. 

-¿Por qué no soportas los ascensores? 

-no me gustan – hiso una mueca. _____ le sonrió, y lo besó. 


*** 



“¿Qué hago aquí?” fue lo primero que se le pasó por la cabeza a ___, al semi abrir los ojos, y encontrarse en una habitación blanca, con olor a plástico o medicamentos. Una habitación descolorida, y junto a la camilla una ventana que mostraba la lluvia caer desde el cielo. Dos enfermeras hablaban con un Doctor de unos 40 años. Al parecer hablaban casi murmurando, y en un idioma extraño, difícil para comprender en ese momento para ___, que sentía un leve dolor de cabeza. El hombre serio volteó al darse cuenta que ___ ya había abierto los ojos, y le hizo una seña a las enfermeras para que desalojaran la habitación.

-¿Cómo te sientes? – preguntó con una amable voz, y media sonrisa en su rostro, una sonrisa de compasión. 

-bien, supongo – hizo una mueca, y el doctor se acercó as a ella, poniendo un dedo en la frente de ___. 

-¿sabes cómo te llamas? 

-____ - contesto algo confundida. Solo vio al hombre anotar un par de cosas en una carpeta marrón.

-¿y sabes quién es el chico que te acompañaba? 

-Justin – dijo casi segura de lo que decía, ¿Por qué tantas preguntas? y ¿Qué pasó?

-¿él es tu novio? - __ se extrañó por la pregunta. ¿Su….novio? no le explicaría todo lo que pasa entre ellos así que solo asintió con la cabeza. 

-si, ¿Por qué tantas preguntas? ¿Qué pasó? – dijo algo alarmada.

-nada grave, solo te desmayase – dijo asintiendo con la cabeza. ___ abrió los ojos como platos. “¿Nada Grave?”

-¿y porque? 

-¿hace tiempo mareos constantes, vomito? – dijo describiendo síntomas, __ solo asintió rápido. -¿quieres saber porque te desmayaste? 

-si… - musitó algo confundida, y alarmada, con un mal presentimiento sobre lo que pueda decir el doctor. 

- estás embarazada. – dijo con una cálida sonrisa en su rostro. ¿Qué tenía de feliz esto? seguro era una muy mala broma, de pésimo gusto. 

-¿Qué? – dijo ___ atónica, asegurando de que esto era solo una broma. 

-felicidades – dijo sonriendo y luego salió de la habitación, dejándola, descansar. 

Llorar. Eso fue lo que hizo, lo primero que reaccionó a hacer, y todo a causa del futuro, lo que pasaría. Esto no era una broma, sería madre, en un momento no muy conveniente. Si las cosas se dieran diferentes, estaría encantada de serlo, pero ahora no. con Justin, ¿Cómo reaccionaría? el muy claro fue cuando le demostró que no quería tener un hijo. 

*Flashback *

-si yo estuviera embarazada, y es solo una suposición, ¿me dejarías? ¿Me abandonarías? ¿Cómo reaccionarías? – Justin se quedó en silencio. Eso contó como respuesta para ___. 

Un hijo, es bastante complicado. Por muchas razones, pero lo que le dijo ___, realmente lo confundió. ¿Qué pasaría? no sabía cómo reaccionar, simplemente no se lo imaginaba. No querría dañar a ___, pero tampoco… puede hacerse cargo de una gran responsabilidad. 

-no lo sé… - musitó. Fue lo único que pudo decir. Eso desilusionó a ___. El silencio reinaba, un silencio incomodo, Justin trataba de desviar la mirada. 

* Fin Flashback *

¿Cómo le dices a tu cabeza que deje de pensar? ¿Qué tu corazón deje de latir? ¿Qué de los ojos no broten lagrimas? no, no se puede. Este era un momento difícil. Un dilema mental, tantas voces y preguntas, pero ni una sola respuesta. ¿Que pasaría ahora? nadie predice el futuro, y de alguien tan inesperado y bipolar como Justin, se puede esperar todo. Se irá, la abandonará, la mandara al diablo y la dejara a cargo de su hijo. Con suerte lo verá una vez en su vida, ¿no? eso pensaba, todos pensamientos negativos. tendría que reunir fuerzas para dar la cara. Era una noticia dolorosa, pero nada había que hacerle. ¿De quién era la culpa? ¿De ella? ¿De una maldita pastilla? tal vez el solo hecho de estar con Justin, era un incalculable error. La felicidad, siempre tiene un límite. 


*** 


-____, ¿segura de que estas bien? – murmuró por última vez, después de estar junto a ella todo el día, cerciorándose de que nada mas le pasara. 

-si Justin, por milésima vez, fue solo una intoxicación – mintió descaradamente, logrando que sus ojos no se aguaran nuevamente, cada vez que decía eso, o pensaba en su futuro, en las lágrimas que aún no derrama. 

-si, pero cuando llegamos en la tarde al apartamento me dijiste que estabas bien, y luego te desmayaste de la nada - ___ dio una largo suspiro. - no me dejaste hablar con el doctor… - murmuró desconfiando, cuando miraba sus ojos sabía que ocultaba algo más. 

-pues porque no lo creo necesario, y no le sigas dando vueltas al tema – insistió. No sabía hasta que punto llegaría mintiendo. 

-solo me preocupo por ti

-¿Cuántas veces me has dicho eso hoy?

-muchas, y lo seguiré diciendo hasta que me digas que pasa, es que tu puedes engañar a cualquiera, menos a mí. – tomó su rostro entre las manos, subiéndole la mirada, conectándola con la suya. 

-eres tan terco…

-y tu muy orgullosa

-orgullosa, lo sé, pero no tanto como tu – le sacó la lengua, y se escondió entre las sabanas. 

-es temprano… ¿segura de que quieres dormir? 

-sí, estoy cansada – dijo aún entre las sabanas, escondida. Justin rió, una risa tierna, de esas que solo ella le saca. – si quieres tu ve y déjame aquí, sola dormir – murmuró. De cierto modo quería estar sola. 

-¿esa es una indirecta? - ___ no respondió. Solo cerró los ojos y empezó a contar mentalmente. Tratando de evadir sus pensamientos y conciliar el sueño, aunque lo de contar no daba resultado, si mantenía alejada su mente de otras cosas. 

-___ - murmuró Justin, pasando la yema de sus dedos por su espalda. – no te vas a deshacer de mi tan fácil preciosa – musitó, y apegó mas sus cuerpos, después de apagar la luz. – descansa.


Cuando ___ se aseguró de que Justin ya estuviera dormido, se alejo lentamente de él, acomodándose en un roncón de la cama para sollozar en silencio. La mente de ___ era un caos de imágenes y sentimientos, atormentándola y espantándole el sueño, y todo por el hecho de estar embarazada. Una gran responsabilidad, y con algo que probablemente no podría cumplir sola. Justin, Justin, Justin, ¿Por qué justo ahora? los segundos eran eternos, y ya no hallaba la hora de dejar de sollozar y caer en sueño, así despertar en un nuevo día, y al menos estar un rato en el mundo de los sueños, sin preocupaciones. 


-ya no soporto esto – dijo Justin en vos alta, haciendo que ___ se sobresaltara. Al parecer escuchó todos sus sollozos, y le destrozaba el corazón oírla así. 

La atrajo a su cuerpo y la abrazó fuertemente, rodeándola con sus brazos y limpiando con la yema de sus dedos las mejillas de __, inundados de lágrimas. Pasó unas cuantas veces su mano por la espalda de ___, tratando de tranquilizarla, y poco a poco, con aún los ojos brillosos, se atrevió a hablarle. 

-¿Qué pasa preciosa? necesito que me digas que pasa, en serio, ¿que no puedes confiar en mí? dime, te lo ruego, necesito entenderlo, no me gusta que estés así, y menos ocultándomelo. ¿Qué no entiendes que me preocupo por ti? y que no solo te lastimas a ti guardándotelo… - eso hizo que el corazón de ___, se encogiera.

-pero…

-dime de una maldita vez, ___, ¿Qué es tu orgullo? – dijo algo más molesto, desesperado al no saber la verdad. Por dentro la curiosidad y la necesidad de saber, se lo estaba comiendo. 

-estoy embarazada…

viernes, 13 de julio de 2012

"¿Un amor imposible?" capitulo 26











-¿Por qué tan seria?

-por nada… - murmuró ___, con una sincera sonrisa en su rostro. – Solo estoy cansada… - suspiró.

- Si, ha sido… un día largo… - no continuó hablando, solo meneó la cabeza. ___ volvió a suspirar, solo una hora más de vuelo. – No me gusta mucho Atlanta – cambió de tema. 

-¿Por qué?

-me gusta más Canadá, me gusta más su clima. 

-¿no te gusta el verano?

.prefiero el invierno, el frío, supongo que tu no.

-si… no me gusta mucho la lluvia… - suspiró recordando todos los días lluviosos vividos en Canadá, junto a Justin, y las miles de cosas y experiencias que vivió en tan solo un par de semanas. 

- ha sido extraño… - dijo ___ entre pensamientos después de un pequeño silencio. Se podría decir que estaba pensando en voz alta, mientras observaba el color anaranjado del cielo, los últimos rayos de sol. 

-¿Qué cosa? – Justin tomó la mano de ___ y empezó a jugar con esta. 

-este día… - agachó la cabeza. 

-te… ¿puedo preguntar algo? 

-ya lo hiciste – sonrió ___, Justin la miró con cara de “enserio”. ___ arrugó la nariz. – supongo que si Justin. 

-¿Por qué… estabas llorando? – sabía a lo que se refería. Y no quería contestarle, prefería borrar este día, olvidarlo, porque no todos los días son como este. Raro, confuso, ¿no? pero doloroso, aún no sabe las intenciones de Justin, ni por las más hermosas palabras o cumplidos que le diga. ¿Por ser tierno, no? si, solo por eso. Al parecer esa hermosa mirada, esos ojos profundos y misteriosos no tenían significado para ella. ¿Por qué la vida no es más fácil? dicen que es Dios el que pone obstáculos, que hay que superar, pero en el caso de __, es más difícil, pensaba. 

-¿Por qué preguntas? - ___ desvió la mirada. 

-____ - peso delicadamente la llena de sus dedos por la mejilla de ____, haciendo que ella lo mirara a los ojos, con la mirada perdida. 

-porque… - meditó unos segundos – estoy confundida… ¿Por qué lo hiciste? – dijo de repente. Justin volvió a perderse entre sus pensamientos.

-¿me estás diciendo que preferías que te dejara… morir? - tomó una zancada de aire.

-pero… era tu padre – se mordió el labio. 

-ese hombre… no le ha hecho bien a nadie, ni a mi… ni a ti. No iba a dejarte morir, y… lo volvería hacer… - murmuró. ___ sintió un nudo en el estomago y cerró los ojos, pero aún la conversación no estaba cerrada. - no me ignores – susurró en su oído, apoyando su cabeza en el hombro de ___, posando su respiración lenta y acompasada en su cuello. – Te Quiero, ¿tú no a mi? 

-si... si te quiero Justin – dijo desconcertada, y sintió formarse una sonrisa en el rostro de Justin. Solo bastó de minutos para que callera en profundo sueño. 

¿La quería... en qué sentido? ¿Cómo hermana? ¿Amiga? ¿Algo… mas? bueno, solo sabía que ella igual lo quería, le tenía afecto, en especial por cosas como estas. El día de hoy, le demostró que le tenía algún sentimiento por ella, cariño. Se sentía completa, con una agradable sensación. 

***

Atlanta le dio la bienvenida a ambos con una gran tormenta. Inesperada en primavera, fría e imparable. La lluvia cesó durante días, pero eso solo lo unión aún más. Si cualquier persona sin conocerlos, dirían que parecía una pareja un par de enamorados, disfrutan y mostrándole al mundo su gran amor. Había temas para no tocar, como lo de la muerte de Jeremy, se podía decir que eso estaba olvidado. De parte de ambos eran solo sonrisas, y miradas coquetas que lo decían prácticamente todo. Los días y las horas pasaban ridículamente rápidos cuando estaban juntos, solo disfrutaban de esa felicidad. Justin no se reconocía a sí mismo, solo se dejaba llevar, porque necesitaba protegerla y quererla, tal como se dijo a si mismo ese día. Pero los días color rosa, no durarían para siempre, lamentablemente. El sentimiento que ambos tenían era fuerte, pero tal vez no demasiado como para soportar lo que se les aproximaba. 

Esos fuertes brazos desnudos la rodearon nuevamente, como tantas veces lo había echo. ___ inhaló ese embriagante olor natural de Justin, y volteó para encontrarse con su mirada peligrosa. 

-¿es un lindo día, no? – dijo ___, inocente, sonriendo estúpidamente sin quitar su mirada del cuello de Justin. 

-¿perfecto para hacer travesuras? – dijo coqueto, __ solo sonto una risita. Solo dejó que Justin llevara sus manos a su trasero, y la sentara delicadamente en la mesa de la cocina. Admiró por milésima vez su cuerpo semidesnudo, el cuerpo de una diosa, de un ángel hermoso. 

-¿Qué tu no piensas en otra cosa? – rió ___. 

-soy hombre, tengo necesidades preciosa… - murmuró y se dedicó a besar el cuello de ____. Ella volvió a reír, y se limitó a volver a subir a una nube de placer y lujuria. Pero de golpe volvió a bajar de esa nube, gracias a algunos malestares. Por primera vez desde que estaba con Justin, se sentía mareada, con nauseas, como si se le revolviera el estomago. Seguro era algo que comió, seguro. 

-Justin… - dijo entre cortado, cada vez se sentía peor, sentía que se desmayaría en cualquier momento. 

-¿Qué pasa? – dijo despreocupado, sin dejar de hacer su trabajo. 

-para… - dijo con un hilo de voz. 

-¿Por qué? 

-por favor… para – el tono en el que lo dijo, no le agradó para nada a Justin. Inmediatamente se separó de ella, e hizo una mueca al ver que su pial había tomado un tono pálido. 

-¿te sientes bien? – dijo preocupado, no s veía para nada bien. 

-no… - musitó, y los mareos aumentaros, haciendo que todo su peso cayera sobre Justin, que la tomó con delicadeza y la llevó a la habitación. 

-se nota que no te sientes bien, te ves terrible – se acostó a su lado, acariciándole la frente. 

-gracias – respondió con sarcasmo y forzando una sonrisa. 

-¿Qué te duele? 

-solo me siendo algo mareada – mintió. Sentía como si paz hubieran azotado contra el piso. 

-bien, te llevarte a un doctor – se paró, con intención de vestirse. 

-no Justin, no es necesario, se me pasará… 

-no, te ves mal… 

-pero ya me siento mejor – protestó. 

-¿segura? – lo miró con una carita de preocupación y compasión que logró sacarle una sonrisa a ___. 

-si, solo quiero ir a caminar, ¿me acompañas? – sonrió forzadamente, nuevamente. 

-claro – sonrió no muy convencido, y le extendió su mano. 

Ambos se vistieron, y se dirigieron al parque que quedaba cerca. ___ se sentía mejor, pero no tanto. Justin estaba atento, sabía que aún se sentía con nauseas. Sabía que seguiría con su orgullo y no lo dejaría llevarla a un doctor. Así era ___, pero le encantaba.