viernes, 20 de julio de 2012

“¿Un amor imposible?” Capitulo 29. Final.













5 meses eternos habían pasado, y la vida de ___ seguía igual. Lo único que cambiaba era su panza, que cada vez crecía más. Pero el resto era ya una tormentosa rutina. Solía llorar por las noches, rezando y tratando de buscar un poco más de espereza, con respecto a Justin. En todo este tiempo, sin saber nada de él, y ya casi no creía en su promesa. Nunca creyó que alguien le fuera a hacer tanta falta, necesidad, él era la fuente de su felicidad y alegría, la única persona en el mundo que logró enamorarla. Si aún seguía en pie, era por esa criatura que estaba dentro de su cuerpo, si comía o se levantaba de esa cama cada mañana, era por él, solo por él. Tantas noches que soñó con volver a verlo, con de nuevo sentir sus brazos, sus labios, o algún otro “Te amo”, que ya ni ella creía en eso. 

En cuanto a su embarazo, todo estaba bien, en orden, solo que se sentía sola y deprimida, aún mas en esa enorme casa. Una de las últimas ordenes que le dio Justin ese día, era que volviera a Canadá, que en su casa estaría a salvo, y que ahí sería donde volvería con ella, aunque al parecer esa última parte no la cumplió.

Al menos ahí todo era tranquilo, podía estar sola y reflexionar, solo que él seguía faltando, faltaba su compañía. 

____ observó por la ventana que daba a la entrada, para comprobar que lo que había escuchado no era parte de su imaginación. Por solo un segundo, tuvo la esperanza de que fuera Justin, pero al ver a ese rubio serio de ojos azules parado en la puerta, perdió nuevamente las esperanzas y el ánimo. No se veía como alguien malo que le hiciera daño. Observó de reojo su auto estacionado afuera del portón, y se decidió a ir a abrirle. Estaba por llover, y aunque no lo conocía, igual de todas formas bajó a abrirle. 

-¿Qué necesitas? – dijo indiferente, e hizo una mueca al sentir la ola de frío pasar por su cuerpo al abrir la puerta. 

-¿tu eres… ___? – dijo el hombre de unos 24 o 23 años. Alto, pero no tanto. Igual se veía muy serio. 

-si… - dijo algo dudosa, y haciéndose miles de suposiciones con respecto a este hombre. - ¿Quién eres? 

-yo soy… Ryan Butler. – dijo en el mismo tono que antes, serio. Ese nombre… lo había escuchado antes, con Justin. Si, lagrimas querían volver a salir de sus ojos, Justin, él algo tenía que ver con Justin, ¿y si le tenía noticias de él? malas, según el rostro de este hombre. 

-¿y en que puedo ayudarte? - ____ trataba de sonar lo más cortés posible, sin derrumbarse nuevamente en el piso a llorar. 

-esto… - hizo una pausa, sacando de su chaqueta un pape doblado. – Es para ti – se lo extendió a ___. Ella insegura lo tomó en sus manos, tratando de que estas no temblaran. Bajó la mirada, y observó que esta era una carta, que en su exterior decía “____” con una letra que fácilmente distinguiría, Justin. Una lagrima de felicidad y tristeza salió de sus ojos de improviso, pero la sacó enseguida. Volvió a subir la mirada, y se dio cuenta que este extraño hombre ya se alejaba. 

-¡Espera! – Lo llamó ____, pero este siguió su camino - ¿Dónde está… Justin? – dijo un tonó más bajo, mas como para ella misma, pero él tampoco logró escuchar. Vio como se acercaba a su auto, así que ___ volvió a la casa. 

Sentía que ya habían pasado horas sentada en ese mueble viendo esa carta, con la misma pregunta en su cabeza “¿La abro o no la abro?”, mientras miles de lagrimas la acompañaban. Si la abría, y eran malas noticias, eso realmente la destruiría, pero si era algo bueno… la verdad lo dudaba, ya que ha pasado demasiado tiempo. Seguro era como su despedida, era su “Adiós”, o algo en que le dice que morirá, y no volverá nunca. La curiosidad la mataba, y lo averiguaría, pero ___ que calmarse, tenía que matar esos nervios y sentimientos. 

Hacía frío, y ya otra tormenta había comenzado, seguro duraría días. Subió a la segunda planta, y dejó la carta sobre la cama, para entrar al baño y darse un relajante baño, aunque tampoco eso la tranquilizaba, y eso no le hacía bien. Pasó lentamente sus manos por su vientre que no era tan grande, en el que llevaba a su hijo. Lo único bueno que ahora le pasaba. No se podía imaginar criándolo sola, ni tampoco imaginárselo a él preguntándose por su papá.

Aunque de alguna forma u otra ya tenía que pensar en su futuro, en el de ambos, con o sin Justin. Si él le escribió esa carta, debe ser importante, algo que él necesita que sepa ____. Buenas o malas noticias. ¿Y si esa carta no era de Justin, era de alguien más? ¿O de alguien que se está haciendo pasar por Justin? no, a quien quería engañar. Pero algo que la dejaba pensativa, era el hombre, si, ¿ahora de que escapa Justin? que pasó, después de que ___ se fue, ¿logró escapar? si, confiaba en él, confiaba, porque ella sabía que él era muy fuerte y habilidoso, no sería tan difícil. Pero más de alguna vez se le cruzó por la cabeza que esa solo era una escusa para que ella se alejara con su hijo, así dejarle el camino de una vida plena y sin problemas. No, Justin no sería capaz, ¿o sí? bueno, eso causaba la soledad, que pensara demasiado. 

Se vistió cómoda, y la lluvia ya no estaba tan fuerte, al parecer. Decidida a leerla, la tomó con las manos temblorosas, y tomó una zancada de aire. 

“____, solo quiero que sepas que lo siento. Ya ha pasado mucho tiempo, y lamento no poder estar ahí contigo, las cosas han sido muy difíciles en este tiempo, y por eso es que te escribo. Ni yo sé cómo ni cuándo te volveré a ver, puerto te extraño, y si no estoy contigo, es porque no quiero causarte daño. Me haces falta, pero yo se que tu eres muy fuerte, y saldrás adelante, como ya muchas veces lo has hecho, con esto si podrás. Te prometo que siempre estaré a tu lado, contigo, lo prometo. Estaré junto a ti, no físicamente, pero si estaré contigo y con nuestro hijo. Es tan difícil describir todo lo que siento, todo lo que pasa, en solo una hoja de papel, es difícil de explicar y comprender. Tienes todo el derecho de odiarme, lo comprendo, pero las cosas cambiarán cuando menos te lo esperes. No llores por este idiota. 

Te Amo, Justin.”


____ leía y leía la carta una y otra vez, tratando de convencerse a sí misma de que no era verdad. Las lágrimas no cesaban de sus ojos, era ya mucho el dolor en ella que causaba, solo por no estar ahí. Sabía que no debía leerla, solo mas tristeza le causaba, el no volvería, era… su despedida, su corta despedida que terminó con un “Te amo”.



-En la carta claramente decía que no llores por mí – dijo una voz a sus espaldas, causándole el susto más grande de su vida, pero también la alegría mas grande. 

Solo corrió a sus brazos, así nunca más dejarlo ir, no permitir que nada ni nadie los vuelva a separar. Ambos sellaron su amor, y la felicidad más grande con un beso junto con un “Te amo”. Porque, El Amor Imposible… No existe. 

Fin♥

Odié el final .-. Pero bueno, les subí el Epilogo ↑ 

1 comentario:

  1. te juro que estoy llorando asta mis amigas se preocuparon ya que estabamos en recreo y yo con mi cell lellendo y empieso a llorar

    atte paloma

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