"¿Un amor imposible?" capitulo 16

Era temprano, pero aún así entraba la luz de ese día nublado. Ella extrañaba el sol, la alegría de los hermosos colores, pero si de algo servían estos días, era para pensar. 

Aún tumbada en la cama, seguía con la vista fija a la pared. Justin dormía plácidamente rodeándola con sus fuertes brazos. Esta vez sus manos, se encontraban delicadamente posadas en su vientre, gracias a eso pudo separarse de él. 

Lagrimas de dolor querían salir de sus ojos, pero hace mucho que aprendió a tragarse la tristeza. Se sentó en la cama, y miró de reojo a Justin. Seguía dormido. Prefería que se quedara así un rato. La maldita pared, no quitaba la visa de la pared descolorida. ¿Para evitar a Justin, tal vez? no. Simplemente miraba a la nada, recordando todo lo de anoche. 

Sus pensamientos fueron interrumpidos por esa voz masculina muy fácil de reconocer.

-¿estas molesta? 

-no… - murmuró. Sintió como se acercaba a ella, y tocaba su hombro, pero aún no volteaba.

-____...

-aja… - su mirada era fría, aunque miraba a la nada. 

-¿puedo terminar de contar todo…? escucha, cuando… - sabía a donde quería llegar, y no iba a recordar eso nuevamente.

Seguiría reprimiendo el recuerdo, porque no estaba dispuesta a seguir llorando. Simplemente llorar es sinónimo de debilidad, y si algo aprendió es quien la vida hay que ser fuerte. Al menos eso pensaba. 

-no Justin, olvidémoslo… ya no importa…

-pero… - fue interrumpida por su voz cortante.

-te dije que no quiero escucharte… - volteó su mirada, y trato de parecer lo más serena posible.

Recostó de golpe su cuerpo en la cama, dejando descansar su espalda. Se sentía cansada, agotada. Él le imitó, y ninguno de los dos dijo algo. Pero no era un silencio incomodo, mas bien, sobraban las palabras. De alguna forma ambos pensaban en lo mismo, el deseo de querer sentir el cuerpo del otro, que sus labios nuevamente se unan. ____ estaba algo incomoda, sentía la lenta respiración de Justin en su hombro, a la vez le gustaba.

-me encanta tu hombro… - murmuró cuando empezó a darle besos a este. Ella suspiró, solo se dejaba llevar por el momento. Cerró sus ojos. Los besos subían por su cuello, hasta que llegó a la comisura de sus labios, paró. Delicadamente se puso sobre ella, con cuidado de no aplastarla. Lo dudó unos segundos, observando sus ojos que reflejaban pena, y profundidad. 

___ tomó a Justin de la nuca, y juntó sus labios en un beso apasionado, lleno de desesperación, y… ¿felicidad? Esa era la única señal que Justin necesitaba para hacerla suya. 

-te odio… - murmuró ella en sus labios. Esas palabras salieron solas de su boca, estaba únicamente concentrada en los labios de él. 

-supongo que eso está bien… - respondió indiferente, de la misma forma que ella. Él bajó los besos a su cuello, haciendo un camino de besos. 

-¿está bien? 

-si me odias, eso significa que te importo. Puedo vivir con eso. – una sonrisa estúpida se dibujó en sus labios mientras él seguía bajando hasta llegar a sus senos. Deslizó las pequeñas prendas que la cubrían, dejándola con solo unas braguitas de encaje.

Sus dulces labios y sus dientes, jugaban con uno de sus pezones mientras una de sus manos masajeaba otro. Gemidos, y sus respiraciones agitadas, era lo único que se escuchaba en la habitación llena de lujuria. Las manos de __ recorrían la espalda de Justin, y se detuvieron en su trasero. Él quitó tan repito la fina tea negra, que esta se rompió.

-hey… - se quejó al darse cuenta de eso. 

-te compro otras… te compro toda una tienda de lencería… - no podía estar más excitado. 

Volvió a sus labios, e introdujo dos dedos en su feminidad. Lo único que le impedía gritar de placer era el salvaje beso. Gemía contra casa rose, gemía con cada movimiento que hacía en su feminidad. De la nada los sacó, haciendo que nuevamente se quejara. Bajó sus bóxers.

-lista? – fue algo estúpido de su parte preguntar eso en ese momento. ___ no respondió, solo volvió a juntar sus labios.

Movimientos lentos, luego rápidos, tenían todo el tiempo del mundo. Simplemente ese sentimiento era único. Ambos no lo podían sentir con otra persona al hacer el amor.

*** 

___ estiró nuevamente su brazo, tratando de encontrar a Justin. Abrió sus ojos, al no sentir a nadie a su lado. Lo buscó con la mirada por la habitación, pero no estaba. 

Pasó su mano por su cabello, y suspiró. Fue por unas bragas, y lo primero que vio fue una sudadera de Justin, así que se la puso. Al caminar por el pasillo, seguía el silencio. Tenía la intención de encontrarlo. Fue a la cocina, pero no estaba. Fue a la sala de estar, a ahí lo encontró recostado en el sofá viendo TV.

-te queda tan sexy… - murmuró él, viendo que traía puesta su sudadera, y sus largas y descubiertas piernas. __ sonrió de lado, le quedaba enorme, muchas tallas mas grande. Se sentó en un rincón del sofá. Observó la TV e hizo una mueca. Volvió su vista a Justin, y luego nuevamente a la TV.

-¿enserio Justin, enserio? – preguntó levantando una ceja. El rió. 

-¿Qué tiene? me gusta Phineas & Ferb – dijo orgulloso. 

-¿Cuántos años tienes? – Justin se sentó junto a ella. 

-21, y tú? – preguntó como un niño pequeño. Ella volvió a reír. 

Justin la tomó de los hombros, y la recostó en sus piernas. Ella volteó su cabeza a la TV, mientras Justin comía su cuerpo con la mirada. Empezando por sus largas y suaves piernas, terminando por su cabello castaño. Empezó a enredar sus dedos en este, jugando.

-¿te gusta jugar con mi cabello? – él sonrió de lado. Tiró un mechón de este haciendo que ella se quejara. 

-es divertido… - ella lo miró con cara de pocos amigos. 


-¿Qué te gusta de mi? – preguntó de la nada, después de un gran silencio. No incomodo, pero tampoco de esos en los que sobraban las palabras. 

-¿por?

-solo pregunto… - el suspiró, y pensó alguna respuesta inteligente. 

-¿Qué pasa si te digo que todo? - ___ sabía que él lo decía por molestar. Ella rodó los ojos. – me gustan tus labios, y como arrugas tu nariz. – ella hizo una mueca arrugando la nariz.

-exacto. – dijo sonriendo. 

-¿y lo que no te gusta? 

-que cuando duermes gimes mucho. – ella lo miró confundida. 

-no hablo dormida. 

-si, hablas, y gimes. 

-¿Cómo que cosas? – arqueó una ceja.

-“oh Justin… si… ah… lo haces tan rico… mas…” – dijo con una voz aguda. Luego rió. ___ hizo una mueca. 

-yo no gimo dormida, tampoco hablo.

-¿segura?

-si, menos eso.

-tu nunca te has viso dormir… 

-aquí la de las fantasías sexuales no soy yo. – dijo ella. El rió también. 

-pero enserio gimes ____. 

-no te creo. 

-bueno, no exactamente lo que dije, pero como que te quejas. – ella levantó los hombros. - ¿Qué sueñas?

-cosas…

-¿estoy dentro de algunas de esas cosas?

-la verdad no… - en parte eso no era verdad. - ¿crees que me la paso pensando en ti? 

-tal vez, por la forma en la que a veces me miras. - ___ sintió que sus mejillas comenzaban a arder. - ¿Qué te gusta de mi?

-paso.

-¿paso?

-prefiero no contestarlo.

-¿y qué es lo que no te gusta de mi?

-tu arrogancia, tu orgullo y tu bipolaridad – dijo con facilidad. Él torció los ojos.

-pues al parecer no te cuesta mucho decir lo que no te gusta de mi – bufó - ¿y lo que si te gusta?

-ya te dije que paso – Justin posó su mirada penetrante en ella, tratando de incomodarla para sacarle un respuesta. Lo cual, dio resultado. __ suspiró pesadamente desviando su mirada. 

-me gusta… - guardó unos segundos de silencio. – me gustan tus ojos, tu sonrisa, lo tierno que te vez al dormir. – hizo una pequeña pausa – y la manera en la que pierdes tu mirada. 

Justin sonrió de lado. 

-¿te gusta verme dormir? 

-es que te vez diferente…

-¿diferente en qué sentido?

-indefenso… - dijo casi en susurró.

Seguido de un gran silencio, hubo una conexión de miradas. Justin pasaba delicadamente sus manos por el estomago de __, mientras ella se perdía en sus ojos mieles, que ahora estaban claros. 

-¿me odias? – murmuró Justin.

-no…

-¿y porque en la mañana dijiste que me odiabas?

-no lo sé… 

____ se sentó en el sofá. Se acercó a Justin, y se sentó en el, poniendo una pierna a cada lado, rosando su masculinidad. Justin relamió sus labios. 

-¿te gustan mis labios? – preguntó algo tímida. El sonrió pícaro. 

-tu labios… - acercó sus labios a los suyos, a solo milímetros de distancia – tu cuello – bajó sus labios a este, y depositó un beso. – tus piernas… - bajó sus manos, y las pasó por sus largas piernas. – Tu piel- murmuró contra sus labios. Metió sus manos en la sudadera, y las subió hasta su estomago, y con la yema de sus dedos lo acaricio. - y estos son perfectos… - tocó sus senos.

Justin se acercó más a sus labios, con la intención de besarla. Pero ella se alejó un poco.

-¿algo que no sea físicamente? – Justin guardó silencio. Ambos se sobresaltaron cuando el iPhone de Justin sonó. 

Justin la tomó de las caderas, y la sacó de sus piernas, sentándola a un lado, algo distante de él. Un mensaje. > Salvado por la campana < se dijo a sí misma. Soltó una pequeña risita al ver el gran bulto que sobresalía de los pantalones de Justin. Por otro lado, él mantenía su mirada fría, trataba de organizar sus pensamientos después de leer el mensaje. Después de mucho tiempo en silencio, volteó la mirada, y ahí estaba ___, sonriendo de lado. Soltó un suspiro, tratando de no explotar en ira. 

-¿quieres acompañarme a un, lugar? – dijo tranquilo. Por dentro estaba muy molesto, pero era solo por ella que no explotaba. 

-¿A dónde?

-¿si o no?

-¿y porque?

-solo pregunto. Dices que te aburres aquí… 

-¿A dónde sería…?

-si o no.

-está bien… - dijo y suspiró. 

-entonces ve, dúchate y vístete. No demores – esa era un orden de su parte. __ hizo una mueca.

-está bien – dijo parándose del sofá, y dirigiéndose a la segunda planta. Pero antes detuvo el paso. Caminó unos pasos atrás, y se acercó al oído de Justin.

-mientras tanto ponte hielo… - murmuró y soltó una risita en su oído. Fue a la habitación con una sonrisa victoriosa. 

Justin frustrado, miró su entre pierna, y negó levemente con la cabeza.